Unos cuantos os preguntaréis qué es el Tiempo Ecológico, otros lo intuiréis y otros lo sabréis. Intentaré explicarlo de una forma sencilla, dentro de lo que yo creo que es esta terminología: como la relación temporal e intrínseca entre cada uno de los seres vivos (intraespecífico e interespecífico) y con el medio que habitan. Pero al fin y al cabo, es un término bastante amplio que se puede aplicar a cualquier concepto de la vida misma.
Actualmente, el sistema productivo y de consumo que hemos generado se ha acelerado a una escala global, en el que podemos tener el producto que necesitemos, o el que ni siquiera hayamos pensado tener o necesitar jamás, en un santiamén; sólo es volver una esquina y encontrarnos un supermercado, un baratillo, un “chino”, un mercadillo, un todo a cien, etc. (a veces abiertos las 24 horas del día) y poder adquirir lo que se nos antoje sin apenas cuestionarnos nuestros actos. Todo esto se lo debemos básicamente a la Globalización, a la Producción en Serie (dichoso Henry Ford) y a la Revolución Verde después de la 2ª Guerra Mundial (en el ámbito de la Agricultura y la Ganadería), en la que cualquier producto producido en cualquier lugar exótico, lo podemos tener en el estante de un establecimiento de nuestro barrio, ciudad, y en cualquier momento de un año cristiano.
Ahora os pregunto, y podéis ponerlo en práctica y compartirlo con nosotros, ¿cuánto tiempo precisamos en obtener un kilo de naranjas en pleno mes de agosto del hemisferio boreal? Siendo sincero, no lo he puesto en práctica, pero seguro que nos sorprendería, batiendo alguna que otra plusmarca de prueba atlética en la que se mida el tiempo.
En contraposición a lo que se expone, si para tener un kilo de naranjas en ese plenos mes de agosto y en el hemisferio boreal, tienes a disposición un naranjo, ¿cuánto tiempo precisamos? Ahora, nos damos cuenta que están verdes, pudiéndonos salir hasta sarpullidos en la lengua, si no tenemos paciencia.
Esto es desarrollo, progreso, o como m… quieran llamarlo, que para un bien egoísta y egocéntrico, pues “to guapo”; pero, ¿y para un bien común?, la cosa está bastante cruda, ya que genera muchas desventajas, conflictos, intereses especulativos, etc.
Con una producción continúa y desmesurada, propiciamos que a la Biosfera no le de tiempo a renovarse tanto a escalas locales, como globales (por ejemplo, la pesca, las energías no renovables, distintas materias primas, etc., en total, elementos no renovables, al menos, en una escala temporal humana), ni que pueda absorber todos los impactos a los que se ve sometido (destrucción de bosques, contaminación del agua y suelo por los residuos generados, eliminación de biodiversidad, etc.). Llegando a un “punto de no retorno” a un estado de equilibrio, en el que se pudiesen mantener todas nuestras actividades; entonces, ¿qué sucedería a partir de ese punto de no retorno?
La conclusión a la que se puede llegar a raíz de esta perorata, es que producimos y consumimos a una velocidad mayor de lo que la Biosfera puede renovar. Pero, ¿para qué querer consumir tanto y en poco tiempo?, ¿tiene algún sentido?, ¿va hacia alguna parte? Yo pienso y requetepienso, y por más que lo pienso, … no le veo ninguna finalidad.
Dicho lo anterior, como Candidatura de Los Verdes de Málaga a las municipales del 22 de Mayo, nos proponemos que el municipio de Málaga siga los criterios de los movimientos del “Slow Food” y “Cittaslow” que podéis seguir en los siguientes enlaces:
¡Movámonos como un caracol!
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